Recomendaciones para evaluar un estudiante con sordoceguera

Las evaluaciones que se realizan a los estudiantes deben centrarse más en el proceso que en el resultado, no existe aún instrumentos o herramientas estandarizadas, cada estudiantes es especial y requiere la atención diferenciada. Para Fletcher y Evans (1997) la evaluación en las personas sordociegas se realiza para determinar niveles, formas o estilos de comunicación y habilidades comportamentales.

Algunas recomendaciones realizadas por Sense Internacional (s/f):

• Siempre se deben tener en cuenta todas las áreas, tanto para la evaluación como para el programa a seguir, porque es una persona integral, no podemos dividirla.
• Para la evolución de personas sordociegas, debemos ser conscientes sobre un cambio de esquema y/o estructura de las evaluaciones tradicionales.
• Los test pueden ser complicados y las personas que lo realizan, en su mayoría no saben interpretar sus respuestas no verbales. (Serpa Ximena 1999).
• El éxito de la evaluación dependerá de la experiencia del equipo en el trabajo con niños sordociegos.
• Además de las evaluaciones médicas, es necesario elaborar un tipo de evaluación de desarrollo que debe ser realizada por un equipo compuesto por, al menos, dos especialistas que hayan tenido experiencia en la supervisión, en trabajo o evaluación de niños sordociegos.

De igual forma Riggio y McLetchie (s/f) nos presentan otras recomendaciones que debemos tener en cuenta:

• Los evaluadores deben tener conocimiento del impacto de la sordo ceguera en el aprendizaje y estar calificados para la selección, aplicación e interpretación de los distintos datos y abordajes evaluativos.
• Los evaluadores deben comprender y utilizar distintas formas de comunicación. Deben contar con la capacidad de interpretar y responder a las formas, razones y significados de la comunicación de los estudiantes.
• La evaluación de los estudiantes sordociegos debe ser un proceso mancomunado, integral y continuo que incluya auténticas evaluaciones.
• Las evaluaciones deben tener lugar en ambientes naturales diversos (el hogar, la escuela, la comunidad) con el objeto de determinar las capacidades funcionales de los estudiantes: comunicación, cuidado de sí mismo, visión y audición, orientación y movilidad.
• Debe incluirse la evaluación de la alfabetización y alfabetización matemática en el proceso de evaluación.
• Los evaluadores deben incluir activamente a las familias en el proceso de evaluación y tener presente la cultura y los valores familiares.
• La evaluación debe conducir a la planificación e implementación permanentes del Programa de Educación Individualizada.